José Vicente Rangel pregunta:
¿Son los concursos de belleza mera expresión de frivolidad y de banalización del género femenino?
Habrá que contestarle que si, que son una mera expresión
de frivolidad y banalización, pero no del género femenino sino
también del género masculino... Como también son una frivolidad
las páginas de sociales, ya que mencionamos la palabreja.
Se pregunta también JVR, ¿qué dirán esos "ideólogos desmesurados"
(oseaves, los que vemos frivolidad y banalización
en el acto de premiar la belleza femenina de acuerdo a los cánones
que establece Donald Trump) de que un pais como Vietnam haya auspiciado
el último concurso Miss Universo? Bueno, aquí entre nos, y
sin intentar alzarme con la corona de los ideólogos sin medida,
a mi me da una gran tristeza pensar que apenas han pasado
treinta años desde el final de la guerra que causó la muerte
de entre 2 y 5 millones de personas, en su mayoría
civiles, y que dejó millones de mutilados y terribles desastres
ambientales cuyas consecuencias perduran hoy en día, y ya estamos
viendo a esa nación sirviendo de anfitriona a un evento que
resume todo aquello contra lo que luchó Ho Chi Minh: la estupidez
de un imperio que pretende subyugar a todos los pueblos del mundo
con una ideología rebosante de mediocridad y soberbia.
Si a José Vicente le da por la farándula y le produce orgullo
el que la señorita Mendoza haya logrado encajar perfectamente
en un molde que no admite desviaciones de ningún tipo, allá él.
Pero que pretenda que este éxito nos llene de orgullo "a todos
los venezolanos" es lo que yo llamaría, parafraseando a un viejo
politico venezolano, "ideología desmesurada".
El derecho de vivir,
poeta Ho Chi Min,
que golpea de Vietnam
a toda la humanitad,
ningún cañón borrará
del surco de tu arrozal,
el derecho de vivir en paz.
Indochina es el lugar
más allá del ancho mar
donde revientan la flor
con genocidio y napalm.
La luna es una explosión
que funde todo el clamor,
el derecho de vivir en paz.
(Victor Jara)
2008年7月22日火曜日
2008年7月12日土曜日
otra vez las chicharras
Lo dijo la radio esta mañana: un atento usuario avisa
que ya se hizo escuchar la primera chicharra del año,
anunciando que la temperatura ya se estaciona en los
30 grados, que las lluvias ya cesaron y que, en dos
semanas más, tendremos a los muchachos de vacaciones
(este año serán 44 días, ¡que felicidad!).
La onomatopeya para el "canto" de las chicharras o
cigarras para decirlo más bonito es 'miii-miii-miii'
y como una oportunidad pedagógica nunca debe ser
desperdiciada, aprovecho la estación para reclamar
a los más jóvenes su egocentrismo utilizando la
cálida metáfora "pareces una chicharra, todo para
mi, todo por mi, mi, mi, mi...."
Si ya se que la pobre también tiene su historia de
sufrimiento, que son siete (en promedio) los años que
pasa enterrada en la oscuridad y en el silencio. Que
apenitas ve la luz tiene que ponerse a gritar como
desaforada para conseguir la atención del público
presente y radio oyente como unica posibilidad para
asegurar la continuidad de la especie.
Lo sé, lo sé... pero no me pidan que me guste.
que ya se hizo escuchar la primera chicharra del año,
anunciando que la temperatura ya se estaciona en los
30 grados, que las lluvias ya cesaron y que, en dos
semanas más, tendremos a los muchachos de vacaciones
(este año serán 44 días, ¡que felicidad!).
La onomatopeya para el "canto" de las chicharras o
cigarras para decirlo más bonito es 'miii-miii-miii'
y como una oportunidad pedagógica nunca debe ser
desperdiciada, aprovecho la estación para reclamar
a los más jóvenes su egocentrismo utilizando la
cálida metáfora "pareces una chicharra, todo para
mi, todo por mi, mi, mi, mi...."
Si ya se que la pobre también tiene su historia de
sufrimiento, que son siete (en promedio) los años que
pasa enterrada en la oscuridad y en el silencio. Que
apenitas ve la luz tiene que ponerse a gritar como
desaforada para conseguir la atención del público
presente y radio oyente como unica posibilidad para
asegurar la continuidad de la especie.
Lo sé, lo sé... pero no me pidan que me guste.
2008年7月11日金曜日
Aceite de Tortuga Rivero
Preocupa ver cómo el esfuerzo invertido durante la semana para sembrar
conciencia, para ir abriendo camino hacia un pensamiento libre y
desalienado, corre el riesgo de ser vuelto sal y agua con la
transmisión los domingos por Venezolana de Televisión del programa
"Sin Contemplaciones" en el que Francisco Rivero (doctor en filosofía
y profesor en la Universidad Metropolitana) se esfuerza con grandes
gestos y abundante saliva en mostrar como el único camino de salvación
del hombre, la aceptación del dios universal (según él, el dios de
Israel, ese en cuyo nombre se ha oprimido y destruido tanto); la
biblia como la fuente de la sabiduría, y toda corriente de pensamiento
que ignore estas dos premisas, como contraria a la esencia del ser
humano. Van tres programas y no hace Rivero sino repetir lo que dijo
el primer día: la religión cristiana no puede pa'pierde con nadie. El
helenismo, el cristianismo definen al hombre, y con ello se queda
fuera una gran parte de la humanidad "infiel" y "no civilizada".
No sé si Francisco Rivero es filósofo en un sentido que vaya un pelín
más allá de tener una credencial o mostrar una plaquita en la
pantalla. Sé que es o ha sido profesor de filosofía en la Universidad
Metropolitana, casa de estudios no precisamente caracterizada por la
contribución al pensamiento filosófico, ni por la preocupación por la
justicia y la libertad que muestran sus educados, pero no me inspira
confianza ese salir ahora a pontificar en transmisión nacional sobre
lo que, salvo que sea un secreto muy bien guardado, no ha sido capaz
de instigar en sus alumnos.
Me recuerda el profesor Rivero a esos vendedores de aceites
milagrosos, de palabra fácil y gestos grandiosos, que envuelven al
público con medias verdades, con falsa empatía y con promesas vacías
para, al final de la sesión, vender la poción mágica, el ungüento
milagroso, el tónico infalible que curará la caspa, reducirá la
celulitis y hará desaparecer ese incómodo lumbago crónico.
Habla el profesor de ser valientes, justos, libres y nos ofrece el
elixir que hará renacer estas cualidades en nosotros. Nos llama a
enfrentar con valentía al poder, a las clases dominantes. A no callar
ante la injusticia y a llevar una vida que sea testimonio de
autenticidad, de integridad, de valor que nadie pueda poner en duda.
¿Cuando se enfrentó Rivero a las clases dominantes? Yo no llamaría
enfrentamiento a ser profesor de materias de relleno en colegios
grandes de señoritos y señoritas, y saltar del barco justamente cuando
lo espera la lancha que lo llevará a la fama de la caja boba.
Ungüento de tortuga Rivero, pague uno y llévese dos. Oferta válida
hasta que se acabe la existencia... Envío gratis...Pedidos por el teléfono….
María Cecilia Valecillos
conciencia, para ir abriendo camino hacia un pensamiento libre y
desalienado, corre el riesgo de ser vuelto sal y agua con la
transmisión los domingos por Venezolana de Televisión del programa
"Sin Contemplaciones" en el que Francisco Rivero (doctor en filosofía
y profesor en la Universidad Metropolitana) se esfuerza con grandes
gestos y abundante saliva en mostrar como el único camino de salvación
del hombre, la aceptación del dios universal (según él, el dios de
Israel, ese en cuyo nombre se ha oprimido y destruido tanto); la
biblia como la fuente de la sabiduría, y toda corriente de pensamiento
que ignore estas dos premisas, como contraria a la esencia del ser
humano. Van tres programas y no hace Rivero sino repetir lo que dijo
el primer día: la religión cristiana no puede pa'pierde con nadie. El
helenismo, el cristianismo definen al hombre, y con ello se queda
fuera una gran parte de la humanidad "infiel" y "no civilizada".
No sé si Francisco Rivero es filósofo en un sentido que vaya un pelín
más allá de tener una credencial o mostrar una plaquita en la
pantalla. Sé que es o ha sido profesor de filosofía en la Universidad
Metropolitana, casa de estudios no precisamente caracterizada por la
contribución al pensamiento filosófico, ni por la preocupación por la
justicia y la libertad que muestran sus educados, pero no me inspira
confianza ese salir ahora a pontificar en transmisión nacional sobre
lo que, salvo que sea un secreto muy bien guardado, no ha sido capaz
de instigar en sus alumnos.
Me recuerda el profesor Rivero a esos vendedores de aceites
milagrosos, de palabra fácil y gestos grandiosos, que envuelven al
público con medias verdades, con falsa empatía y con promesas vacías
para, al final de la sesión, vender la poción mágica, el ungüento
milagroso, el tónico infalible que curará la caspa, reducirá la
celulitis y hará desaparecer ese incómodo lumbago crónico.
Habla el profesor de ser valientes, justos, libres y nos ofrece el
elixir que hará renacer estas cualidades en nosotros. Nos llama a
enfrentar con valentía al poder, a las clases dominantes. A no callar
ante la injusticia y a llevar una vida que sea testimonio de
autenticidad, de integridad, de valor que nadie pueda poner en duda.
¿Cuando se enfrentó Rivero a las clases dominantes? Yo no llamaría
enfrentamiento a ser profesor de materias de relleno en colegios
grandes de señoritos y señoritas, y saltar del barco justamente cuando
lo espera la lancha que lo llevará a la fama de la caja boba.
Ungüento de tortuga Rivero, pague uno y llévese dos. Oferta válida
hasta que se acabe la existencia... Envío gratis...Pedidos por el teléfono….
María Cecilia Valecillos
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